lunes, 7 de septiembre de 2009

Infeccion Urinaria Infantil


Un hábito que debemos erradicar en la población es tratar las cosas a medias, y, cuando se trata de una infección del riñón o de la orina en un niño, con mucho más razón, pues estamos hablando de algo muy importante.

Dos secuelas graves de las infecciones urinarias a largo plazo son, la hipertensión de origen renal y el fallo o insuficiencia renal crónica. Muchos de los casos que hoy vemos de pacientes adultos con necesidad de diálisis o con riñones dañados en espera de transplantes, son el resultado de infecciones urinarias mal tratadas en la infancia.

Las manifestaciones clínicas de una infección urinaria en niños pudieran pasar desapersibidas por algún tiempo. Una fiebre cuyo origen se desconoce pudiera ser por una infección urinaria, aunque lo común es que se manifieste por molestias y dolor al orinar, fiebre, escalofrios, náuseas y vómitos entre otros síntomas.

Para el diagnóstico de infección urinaria no basta con un examen simple de la orina, es necesario el urocultivo para identificar la bacteria responsale de dicha infección y así poder dar la droga específica que eliminará el gérmen en causal.

Al terminar el tratamiento se hará de nuevo un cultivo para verificar que la orina del niño esté limpia. Tiempo después se repetirán dichos cultivos, porque a veces hay reinfecciones que pudieran estar presentes sin manifestaciones clinicas evidentes. Si éste es el caso entonces se procederá a estudios para descartar alguna mal formación congénita en el aparato urinario del niño, siendo necesario a veces un tratamiento a largo plazo para asegurarnos que el paciente quede libre de infección.

Lo que queremos dejar claro en la conciencia de los padres es, que cuando se hace el diagnóstico de infección urinaria, el tratamiento debe ser completado como fué indicado aunque aparentemente el niño se vea bien .Que los analisis posteriores que se pidan deberán ser hechos , que si el médico insiste en realizar estudios a largo plazo deben poner todo su empeño para que estos se realicen.

Porque el pronóstico de una infección urinaria en su niño será excelente si el tratamiento se hace a tiempo y si se toman las medidas necesarias para que dicha infección se erradique y no persista en el tiempo. Lo contrario, podría ser condenar a ese niño para que en su adultez sufra de insuficiencia renal crónica, deba ser somitido a diálisis permanentes y en ultima instancia a un trasplante renal con toda la angustia, gastos económicos e infelicidad que todo esto produce.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo


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