Los Niños y el Colesterol

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Es en la niñez cuando se crean las condiciones para que después se sufra de colesterol alto con todo lo que ello implica para la salud del adulto. Si ponemos interés en que nuestros niños hagan una alimentación sana lo más probable es que de adulto sigan haciéndolo.

El colesterol no se obtiene solo de los alimentos, pues el cuerpo humano también lo produce y es una sustancia vital para el desarrollo normal del individuo. Por lo general las grasas de origen animal tienden a subir el colesterol malo, pero no siempre es así, porque la carne de pescado siendo de origen animal tiende a aumentar el colesterol bueno.

Las grasas de origen vegetal como el aceite de oliva , de maíz y otras semillas son por lo general buenas, sin embargo, el aceite de coco o el de la palma tienden a aumentar el colesterol malo o LDL, en todo caso, un exceso de grasa nunca será saludable.

Las grasas no son solubles en agua por lo que deben unirse a las lipoproteínas. Las que se unen a lipoproteínas de baja densidad o LDL constituyen el colesterol malo, porque tienen la capacidad de adherirse a las arterias y taparlas, en contraposición a las grasas que se unen a las lipoproteínas de alta densidad o HDL que no tapan las arterias por lo que hemos convenido en llamarlas colesterol bueno.

El hecho de tener un colesterol alto en la niñez no significa que necesariamente sea así en la adultez o que el tener un colesterol bajo de niño sea así de adulto. Tampoco eso quiere decir que sea saludable fomentar el aumento del colesterol en la infancia.

¿Cuáles son los niveles normales del colesterol en el niño? No existen niveles claros y establecidos como los normales para los niños, lo que se hace es una comparación con los del adulto. Sin embargo, es deseable que esos valores se mantengan por debajo de 200 o entre 175 y 200 miligramos por decilitros.

En cuanto a la alimentación en niños normales y sin predisposición genética o hereditaria, no debe ser ésta una preocupación especial respecto a sus niveles de colesterol, porque éste es un elemento esencial para su crecimiento y desarrollo y limitar su ingesta pudiera ser perju - dicial, esto no significa que como hábito esté el niño continuamente ingiriendo grasas.

A partir de los 5 a 6 años de edad debe pensarse en una dieta cardio saludable que abarque al niño y a toda la familia con un aporte suficiente y no excesivo de calorías , una dieta variada y no excluyente fomentando las verduras y las hortalizas, legumbres, frutas, cereales, lácteos bajos en grasa y el pescado que por cierto es muy poco utilizado en nuestro medio y deben restringirse las carnes a una o dos veces por semana. Debe evitarse la comida rápida o chatarra como un hábito y debe hacerse del deporte y el ejercicio físico una costumbre que los niños seguro van a disfrutar.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo

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