lunes, 14 de mayo de 2012

Síndrome del Túnel Carpiano

Como lo dice su nombre, el túnel carpiano es eso, un túnel formado por los huesos del carpo que es el cunjunto de huesos que forman el esqueleto de la muñeca y los tejidos de la muñeca y la mano. Su función es, proteger al nervio mediano que es el que inerva al pulgar y a los siguientes tres dedos de la mano. Es un trastorno doloroso que se produce cuando los tejidos, ligamentos y tendones dentro de dicho túnel se inflaman presionando al nervio mediano, y que se manifiesta, por dolor, hormigueo y entumecimiento de la mano y la muñeca.

El STC afecta al 10% de la población general y al 15% de los trabajadores de distintas ocupaciones, con una incidencia de 60 enfermos por cada 100 mil personas en los EE.UU. Este síndrome produce limitación funcional de la mano que es el instrumento de trabajo más importante del individuo, repercutiendo en sus actividades diarias y en su calidad de vida. El impacto económico es importante por la gran demanda de recursos y el ausentismo laboral que produce.

Sus causas pueden ser mecánicas: fracturas mal consolidadas de la muñeca, cicatrices, queloides, actividad secretarial por uso excesivo de la máquina de escribir o la computadora etc. Las infecciones por hongos o bacterianas, la artritis y enfermedades de depósito como la gota,  y malformaciones congénitas como un túnel estrecho de nacimiento, lipomas, hemangiomas etc.

El STC es raro en la infancia particularmente por debajo de los diez años, aunque se ha reportado en niños por debajo de esa edad. El diagnóstico se sospechará, en toda persona con debilidad de la musculatura de la mano, torpeza en la manipulación, que tiende a no usar su mano, aunque ésta sea su mano dominante, dolor, hormigueo  y entumecimiento. El diagnóstico es clínico, pero deberá confirmarse con la electro neurografía de ambas extremidades superiores, aunque solo una esté afectada. El tratamiento casi siempre termina siendo quirúrgico.

 En el niño y personas jóvenes, su etiología  pudiera ser distinta aunque sus manifestaciones muy similares a las del adulto, obedeciendo a veces en los primeros, a una enfermedad lisosomal. Y, ¿Qué es una enfermedad lisosomal?, Son trastornos hereditarios que se producen por la incapacidad del organismo de degradar las macromoléculas por un defecto funcional específico. Esto, provoca la acumulación de macromoléculas en el lisosoma. Un ejemplo es, la amiloidosis que es la acumulación de una proteína anormal llamada amiloide por su afinidad por los colorantes yodados similar a la del almidón.  Pero pudiera ser también por acumulación  de lípidos o de mucopolisacáridos. En resumen, el mensaje que se quiere dejar es, que siempre que se diagnostique el STC, sea en un adolescente o en un adulto, deberá investigarse más profundamente, porque éste síndrome, pudiera ser la primera manifestación de una enfermedad hereditaria compleja.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana


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Sordera Infantil y las Otoemisiones Acústicas

Más de una vez, la madre refiere, que cree que su niño es sordo, porque no despierta aunque haya ruido en la casa, le aplaude por detrás de su cabeza y no se inmuta. Pero esto es muy subjetivo, y tiene que ver con el temperamento y las experiencias vividas por el niño. El feto mientras estuvo en el vientre de su madre lo escuchaba todo y es probable que al nacer esos ruidos le sean familiar o simplemente en ese momento, quiera seguir dormido.

La sordera puede ser hereditaria. Hay medicamentos que tomados por la embarazada, pueden afectar el oído del feto. Enfermedades padecidas por la madre como la rubeola, sífilis o la toxoplasmosis, pueden producir sordera en el recién nacido. Un parto traumático con sufrimiento fetal también. Bebés muy prematuros, con muy bajo peso al nacer y que además han permanecido en la unidad de cuidados intensivos, pueden quedar sordos. Niños que han padecido de otitis recurrente, sarampión o meningitis,  pueden terminar con esta secuela. Pero quizás lo más importante es, saber si existe sordera en el niño sin esos antecedentes, en el niño con un historial sano.

El diagnóstico deberá hacerse lo más rápido posible para actuar a tiempo y obtener los mejores resultados. Y, en el niño muy pequeño, la simple observación hecha por los padres o por el pediatra en el examen rutinario es muy subjetiva. Una buena audición es fundamental para el desarrollo de las habilidades cognitivas, la integración social y emocional. Es muy difícil darse cuenta de una sordera  leve o moderada por la simple observación y casi siempre se descubre entre los 2-3 años de edad cuando ya existe un retraso del lenguaje y entonces pudiera ser muy tarde.

 Existe una nueva tecnología de detección precoz de la sordera que es de rutina no solo en los países desarrollados, sino también en algunos países de Latino América. Se trata del estudio de las otoemisiones acústicas que se realiza como un screening al recién nacido. Algunas clínicas y especialistas  están iniciando su implementación en nuestro país, con el objetivo de que cuando el niño salga de la maternidad con su madre, se sepa si es un candidato a ser sordo o no.

¿Qué son las otoemisiones acústicas?, es una prueba sencilla, no invasiva que nos da una información general y rápida sobre la audición del bebé. Al recién nacido, se le introduce un pequeño dispositivo en el canal auditivo a través del  cual se envían unos sonidos. Si su aparato auditvo está intacto, su oído interno responderá con un sonido que quedará registrado. Si no se produce dicha respuesta, estaremos ante un caso de sordera descubierta a muy temprana edad. Esta prueba se puede repetir, no nos dice el grado, pero si nos dice si hay o no hay sordera. Ojala esta técnica pueda implementarse lo antes posible,  para bienestar del niño, de sus padres y como un signo de avance para nuestro país.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana



viernes, 11 de mayo de 2012

'Bullying' o Violencia Escolar

“Libre, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies”. “Estas fueron algunas de las últimas palabras que dejó escritas Jokin Zeberio de 14 años de edad antes de suicidarse tirándose al vacio con su bicicleta desde lo alto de la muralla de Hondarriba, España, en septiembre del 2004. Jokin venía sufriendo el acoso de algunos de sus compañeros desde hacía años. Las continuas amenazas, humillaciones, insultos  y golpes lo hicieron sufrir y lo llevaron a la muerte. El hecho, hizo sonar la alarma social, política y educativa y ha generado múltiples debates, pero lamentablemente, no ha frenado el fenómeno”.

Bullying es un término aceptado universalmente y que en el idioma español, no existe una palabra que lo defina literalmente. Se refiere a maltrato, acoso, o abuso intencional en perjuicio de un individuo más débil por otro que es más fuerte convirtiéndolo en su víctima habitual, y que puede darse por días, meses o años, no es el caso del abuso ocasional. El abuso, puede ser por intimidación verbal, psicológica y física con la intención de producir temor, daño o dolor en la víctima.

La víctima se muestra débil, insegura, tímida y con una autoestima muy baja. Le gusta permanecer bastante tiempo con la familia donde se siente seguro. Y, son individuos casi siempre de baja estatura,  gorditos, con lentes recetados para leer o con cierto grado de dificultad en el lenguaje o alguna anormalidad en su fisionomía. Pero pudiera ser cualquier niño o niña.

En la mayoría de los casos los padres y el colegio se enteran muy tarde de que el estudiante está siendo víctima de bullying, y esto, puede tener sus consecuencias para la víctima: sentimiento de desprotección y humillación, fobias al colegio y a los estudios, estado de ansiedad, depresión y muchas veces intentos de suicidio.

La reacción de los padres de un niño víctima de bullying es, actuar con agresividad frente al colegio, al profesor o tomar acción directa contra el victimario, y eso no es correcto. Lo correcto será, involucrar a la víctima, al victimario, al colegio y a las familias. Escuchar a los estudiantes, aunque estos no nos digan toda la verdad. Crear un ambiente de respeto, inculcar valores en el programa escolar, trabajar solidariamente alumnos, escuela y sociedad promoviendo la empatía y buenas relaciones entre todos, reforzar la vigilancia y las conductas positivas e incluso premiar al victimario cuando haga las cosas bien, y no expulsarlo de la institución, porque con ello, lo que se consigue es, dificultar su rescate e integración a la sociedad.

El bullying, es un fenómeno con múltiples raíces imposible de explicar en tan corto espacio, es un problema muy serio y frecuente, que hay que detectar a tiempo y que tiene solución. En su solución, deberán involucrarse los padres, los alumnos y la escuela, todos a la vez. Perder esas perspectivas, sería arriesgarnos a exponer a nuestros hijos a vivir experiencias lamentables para ellos, sus familias y la sociedad misma.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana



  
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Medicamentos Genericos: ¿Son igual de buenos?

Cuando se inició en nuestro país la fabricación de medicamentos genéricos, la reacción de las farmacéuticas no se hizo esperar al ver por primera vez una competencia en el mercado. Comenzaron por decir, que no se podía garantizar la calidad de esos medicamentos en un país sin tradición en esa área, sus representantes nos agobiaron con su promoción cada día más agresiva y los pacientes y muchos médicos pusieron en dudas la calidad de unos medicamentos más baratos.

¿Por qué los genéricos son más baratos? es todavía la pregunta de rigor ya que nadie regala nada. Los genéricos, tienen esa ventaja, porque sus fabricantes no han hecho inversión en investigación, ni en desarrollo y promoción como lo hizo el fabricante del producto original. Pero, si los medicamentos de marca no tuvieran sus genéricos, el sistema sanitario público habría colapsado,  y los seguros médicos pre pagados también habrían desaparecido al hacerse prohibitiva la cobertura a sus afiliados cuando son atendidos bajo internamiento.

Para la OMS un medicamento genérico es aquel que se vende bajo la denominación del principio activo   que es bioequivalente a la marca original, es decir, que deberá ser igual en concentración, en su farmacocinética y biodisponibilidad respecto al producto original. El genérico en su envase en lugar de un nombre comercial se leerá el nombre de la sustancia o principio activo seguido del nombre del laboratorio que lo fabrica.

Mucha gente relaciona la calidad al precio y es lógico que así sea, porque un buen producto, deberá ser más caro que  otro que dice tener iguales aplicaciones, pero que es fabricado en cualquier lugar, sin los requerimientos reconocidos internacionalmente.  El médico, relaciona la eficacia con la procedencia e investiga quién es el fabricante, reconociendo, que en nuestro país, existen laboratorios  con muy buen historial en la producción de medicamentos de alta calidad a menor precio. Y, eso es lo que se quiere, que el producto ofrezca las mismas garantías a menor costo. Y, para que así sea, las autoridades de salud y de defensa al consumidor deberán jugar su rol haciendo desaparecer del mercado a todo aquel fabricante de medicamentos  que no garantice los estándares de fabricación internacionalmente aceptados.

Pero esos controles, deberán ser para los genéricos y para los medicamentos de marca, porque más de una vez, grandes farmacéuticas han ocultado datos perjudiciales en algunos de sus productos o han amañado los resultados de sus investigaciones de diferentes maneras. Si los controles son estrictos y el fabricante está certificado, no habría ninguna razón para desconfiar de los genéricos y la población se beneficiaría de todas maneras, ya que las marcas estarían obligadas a bajar sus precios, si desean permanecer en el negocio. Definitivamente, en un país pobre, la consigna deberá ser usar el genérico de calidad, dejando la marca original al sector de la población que la pueda pagar.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo,
República Dominicana